Tartas que da pena comer
Son muchos los que consideran la cocina un arte. Y no podemos llevarles la contraria; sobre todo si nos paramos a admirar las creaciones de algunos maestros reposteros, capaces de hacer de una tarta una obra digna de ser expuesta en una vitrina.
El fondant es algo así como la plastilina del mundo culinario, y permite a los pasteleros jugar con ella para hacer realidad las ideas más descabelladas, poniendo a veces en duda las leyes físicas más elementales.
Dice el refranero que a nadie le amarga en dulce. Lo que nosotros tenemos claro es que no disfrutaríamos destrozando tartas como las que os mostramos a continuación. ¡Ya pueden estar buenas!
Vía: Boredpanda