Generar electricidad con grafeno y agua salada ya es posible
En una publicación de la conocida revista de ciencia Nature, unos científicos chinos nos explican su nuevo descubrimiento: han sido capaces de generar electricidad con grafeno y agua salada. Este famoso nanomaterial ya cuenta con una larga lista de aplicaciones que no para de crecer semana tras semana, y este es un ejemplo más del potencial del grafeno aplicado a este campo en particular.
¿QUÉ ES EL GRAFENO?
Para aquellos que aún no conozcan este material, se trata de una lámina hecha en su totalidad de átomos de carbono en forma de teselado hexagonal, similar a las celdas de los panales de abejas. Esta lámina es increíblemente delgada, del orden de picómetros -billonésima parte de un metro-, ya que tiene un espesor de un átomo, motivo por el que es transparente. Todo este carbono está unido por enlaces híbridos sp2 de naturaleza covalente, con sus dobles enlaces conjugados unos con otros, y es aquí donde residen todas las increíbles propiedades de este material, entre las que se encuentran su excelente conductividad tanto eléctrica como térmica, una gran resistencia mecánica, un peso infímo (0,77 g/m2) y la capacidad de repararse a sí mismo a nivel atómico.
GENERAR ELECTRICIDAD CON GRAFENO Y AGUA SALADA
Ahora que ya conocemos mejor esta sustancia, vamos a explicar en qué consiste este fenómeno de generar electricidad con grafeno y agua salada. Resulta que, de manera intrínseca, se produce una nube de electrones π por ambas caras de la lámina debido a la gran cantidad de enlaces dobles presentes en ella. Estos electrones están deslocalizados en esta “nube” y, por ello, pueden migrar fácilmente por toda la lámina de grafeno -esto explica su elevada conductividad eléctrica-.
Si a esta lámina le añadimos una gota de agua salada, que estará repleta de iones -por definición-, se producirá una descompensanción de los electrones y se reubicarán simétricamente teniendo una diferencia de potencial igual a cero. Esto significa que aún no hay corriente eléctrica, pero si desplazamos esta gota a lo largo de la lámina tiene lugar un fenómeno muy peculiar: durante el reajuste, los electrones migran de una cara de la lámina a la otra, lo cual genera una diferencia de potencial y, por tanto, corriente eléctrica. Lo bueno es que este efecto se acentúa considerablemente al aumentar la velocidad con la que se desplaza la gota, y llega a multiplicarse a mayor número de gotas. ¿Lo malo? Que, de momento, este fenómeno sólo genera potenciales del orden de milivoltios, pero según avancen las investigaciones se podría llegar a conseguir una fuente de energía renovable con un coste mínimo.
¿QUÉ APLICACIONES SE PODRÍAN ESPERAR?
La respuesta es TODAS. Desde medicina hasta aviación, el grafeno podría ser útil en numerosos campos, sin embargo, hay que destacar una de sus potenciales aplicaciones: podría llegar a sustituir al silicio de nuestros aparatos electrónicos. Imaginad las posibilidades: dispositivos flexibles, más potentes, con un menor consumo energético y que no necesiten refrigeración, por ello podrían ser más ligeros y delgados.
Al margen de esto, si se llegase a desarrollar un método para generar electricidad con grafeno y agua salada, podríamos obtener energía a nivel doméstico -o incluso industrial- de forma casi gratuita, lo que podría significar el fin de la crisis energética.