Nuggets de Pollo: ¿Amigos o enemigos?
En teoría, estaríamos comiendo pollo picado (el tejido muscular del pollo), posteriormente rebozado y frito en aceite. Pero en muchas ocasiones están compuestos en su gran mayoría por una mezcla de piel de pollo, grasa, venas, nervios, hueso, etc. Además de que el rebozado que se utiliza está compuesto sobre todo por mantequilla, lo cual los hace menos saludables aún.
UN POCO DE HISTORIA…
El nugget de pollo fue inventado en la década de 1950 por Robert C. Baker, un profesor de tecnología de los alimentos en la Universidad Cornell. La receta de McDonald’s para los Chicken McNuggets fue creada por encargo por Tyson Foods en 1979 y el producto empezó a comercializarse al año siguiente.
VOY A PEDIR MCNUGGETS, QUE UNA HAMBURGUESA ES DEMASIADO…
Aquí os muestro los valores nutricionales, publicados en la página oficial de McDonald’s, para una hamburguesa normal de un euro y una cajita de 6 nuggets de pollo.
No sé por qué, pero en general existe la creencia de que si comemos nuggets en McDonalds es “mejor” que si nos comemos una hamburguesa; suena más “saludable”. Pues ya veis que, si miramos las kilocalorías y los gramos de grasa que contienen, los nuggets de pollo son menos recomendados (no quiere decir esto que os esté recomendando comer hamburguesas de McDonald’s).
ME ENCANTAN LOS NUGGETS, ¿HAY ALGUNA ALTERNATIVA?
Lo más perjudicial de los nuggets industriales que compramos congelados o que comemos en cualquier cadena de “Fast Food”, es cómo y de qué están hechos. No hay problema en fabricar nuestros propios nuggets en casa de una forma más saludable. Sólo tendríamos que coger partes de calidad del pollo (pechuga, muslos), picarlo hasta conseguir una masa homogénea, posteriormente rebozarlo con algo que no sea mantequilla y, por último, freirlos en aceite de oliva o, mucho mejor, hornearlos. ¡Os animo a que los probéis y no querréis más McDonald!
CONSEJO NUTRICIONAL
Mi opinión acerca de todo esto es que, por mucho más saludables que sean los nuggets caseros que los demás, no es un alimento que recomiendo consumir habitualmente. Está bien comerlo como aperitivo o acompañante de alguna comida esporádicamente, pero no tomarlo como algo rutinario. Y sobre todo, cuidado con los más peques, que a ellos sí que les encantan!