15 trucos para ahorrar batería en tu Android ツ LOOQ.es

Bajar el brillo de la pantalla. La luminosidad gasta mucha batería en tu teléfono Android, y a veces se tiene un brillo innecesario. Se puede poner en modo automático, o regularlo de manera manual en niveles medios que solo se subirán para ver vídeos o fotos que necesiten visualizarse del modo más óptimo
Cerrar las aplicaciones. A veces están abiertas consumiendo datos y batería, y si no las cerramos manualmente se pueden quedar incluso días abiertas. Esto además ralentiza el funcionamiento del dispositivo.
Quitar la vibración. Si sueles tener el teléfono con sonido activado, prescinde de la vibración a la hora de recibir llamadas, mensajes o notificaciones. También puedes quitar el sonido del teclado, que queda gracioso pero supone un gasto innecesario de batería.
Desactivar las actualizaciones automáticas. Si eres una persona que se preocupa poco del móvil, está muy bien las actualizaciones automáticas. Pero si haces un uso continuado del mismo, lo más conveniente es desactivarlas y cada cierto tiempo actualizar del tirón todas. Así, también el sistema Android no se ralentizará tanto, como esas ocasiones en las que las aplicaciones tardan en abrirse y es porque Facebook o cualquier otra app está llevando a cabo una actualización que no habíamos pedido.
Actualizar las aplicaciones. Esto no choca con el punto anterior, sino todo lo contrario. Las actualizaciones, en teoría, hacen que las aplicaciones y por tanto el terminal vaya más ligero y consuma menos batería.
Evita las fuentes de calor. Las altas temperaturas son malas amigas de las baterías de los terminales, y acortan su vida útil.
Optimización de la batería. Existen software y aplicaciones específicas para todos los sistemas operativos. Algunas recomendables son JuiceDefender, Greenify o One Touch Battery Saver.
El Wifi ahorra batería (y datos). La cantidad de energía para navegar por internet con el teléfono es menor cuando lo hacemos a través de una red inalámbrica en lugar de con los datos contratados. Así pues, para descargar actualizaciones, nada mejor que tirar de wifi.
Desconecta las antenas cuando no sean necesarias. Tener el Wifi siempre activo, pese a no tener un router cerca, o tener puesto el Bluetooth por sistema hace que el móvil busque dónde conectarse, lo que supone un gasto de batería constante y también innecesario.
El GPS gasta mucha batería. Desconéctalo y así Twitter o WhatsApp no registrarán tu ubicación cada vez que las uses, y activa solo el GPS para momentos de necesidad (enviar ubicaciones, necesidad de navegador para el coche…).
Acostúmbrate al modo avión. Si vas a realizar un trayecto en medio de transporte y pasarás por zonas sin cobertura y quieres, por ejemplo, jugar con el móvil, ponlo en modo avión y así ahorrarás energía.
Un buen cargador ahorra batería. Los cargadores baratos adquiridos en bazar pueden dañar la batería, tardan maś en cargar y encima duran poco.
No uses cargadores inalámbricos. Suelen generar un calor que daña la batería por lo antes expuesto, y además resultan más caros que uno tradicional.
Carga el móvil siempre que puedas. Eso de que cargarlo sin que se haya descargado acorta la vida de la batería es cosa del pasado. Las actuales de ion de litio evitan este problema, si bien, es verdad que es recomendable desenchufar el cargador cuando ya se haya llenado por completo.
¡Apaga el teléfono! Estamos tan acostumbrados a vivir pegados al teléfono que se nos olvida apagarlo cuando no lo necesitamos. ¿Por qué hablar por Whatsapp con alguien que está lejos cuando podemos hacerlo con el que tenemos al lado?