Cómo resucitar una serie de televisión y no morir en el intento y no morir en el intento
El ciclo de la vida tradicional de una serie de televisión es nacer a través de un piloto, crecer a lo largo de indefinidas temporadas y morir por causas naturales –léase, decisión de su creador- o, la más común, “asesinada” por su cadena al no cumplir con sus expectativas en términos de audiencia.
Sin embargo, algunas de ellas desafían las leyes de la “naturaleza televisiva” y se resisten a dormir el sueño de los justos en estanterías y discos duros, gracias, en la mayoría de las ocasiones, al apoyo incondicional de sus fans. Entre los últimos ejemplos de series de televisión resucitadas podemos encontrar la miniserie 24: Live Another Day (2014) o la adaptación cinematográfica de la serie Verónica Mars, (2004-2007) producida a través de donaciones de sus seguidores siete años después de su cancelación.
Pero como vampiros, zombis y fantasmas hay diferentes maneras en las que las series vuelven a la tierra de los raitings. Aquí unos cuantos ejemplos de ello:
LAS CADENAS QUE SE ARREPINTIERON DE SUS DECISIONES
Algunas veces las todopoderosas cadenas deciden sacar a sus series del corredor de la muerte. Las masivas ventas de DVD y grandes audiencias que las repeticiones de Padre de Familia (1999-2003/2005-) consiguieron en cadenas secundarias convencieron a Fox para encargar nuevos episodios nuevos episodios de las familia Griffith. A pesar de que su audiencia no era de las más bajas de la CBS, el pasado año la cadena decidió retirar su poco memorable Unforgettable, para después, sin ninguna razón aparente, cambiar de opinión y convertirla en una serie para llenar el tiempo del verano. Mientras que la adaptación americana de The Killing ha tenido una vida más turbulenta; tras dos temporadas, la cadena de cable AMC decidió cancelarla, pero otras plataformas como DirectTV o Netflix quisieron incluirla entre sus propuestas, saliendo la última vencedora. Sin embargo, la su cadena madre dejó claro que le pesaba el bolsillo al mostrarse dispuesta a mantenerla en antena si compartía los gastos con el proveedor digital. Un acuerdo que se ha mantenido solo una año y que deja a la inspectora Sarah Linden con una temporada final a cargo de Netflix.
Con el envío de 20 toneladas de cacahuetes, referencia a una escena de sus primeros episodios, los seguidores de Jericho (2006-2008) convencieron a la CBS de que los paupérrimos resultados de su temporada inicial podrían mejorar si decidían volver a introducir el drama postapocaliptico en su parrilla. Sin embargo, su audiencia volvió a no responder y sus tramas tuvieron que continuar a través de la edición de cómics y un continuo murmullo sobre una posible vuelta a algún tipo de pantalla.
Los altos costes fueron la principal traba para la renovación de la éxitos Siete en el paraíso (1996-2007) en la desaparecida The WB. Sin embargo, tras su fusión con la UPN para fundar The CW, la cadena prefirió apostar sobre seguro en la noche de los lunes y conceder a la familia Candem una undécima temporada, con recortes en las apariciones de los actores y los horarios, a pesar de haber emitido ya el capítulo que se vendió como el episodio final.
Pero estos cambios de actitud no son una cosa de esta época de bases de fans que copan internet con mensajes a favor de sus series favoritas. Cagney & Lacey, no fue cancelada una, sino dos veces por la CBS. En un primer momento, una audiencia no demasiado buena y una trama avanzada a su tiempo en cuanto al papel de la mujer dejaron a la cadena con una decisión que en un primer momento parecía la más elemental. Sin embargo, con una nueva protagonista menos “masculina” en el papel de Christine Cagney, Sharon Gless, las policías consiguieron volver en el otoño de 1983 solo para ser cancelados una segunda vez al final de la temporada. Una tercera y última oportunidad les fue concedida gracias a envíos masivos de cartas organizadas por uno de sus productores, la aclamación de la crítica que la llevó hasta los Emmy y una mejora en sus segundos pases veraniegos. A pesar de que nunca consiguió colarse en los primeros puestos de las listas de audiencia, la serie consiguió mantenerse en el aire hasta 1988 y rodar cuatro películas para televisión entre 1994 y 1996.
Otros casos: Drop Dead Diva (Lifetime, 2009-2013), Designing Women (CBS, 1986-1993)
LAS QUE SALTAN DE UNA CADENA A OTRA
Ser recogido por una cadena generalmente menor es la forma más habitual para que una serie consiga esos capítulos extras necesarios para cerrar todas sus tramas. En los últimos tiempos Courtney Cox y su Cougar Town (2009-) pasó de emitirse ABC a la TBS; también consiguió una segunda oportunidad la poco valorada serie de policías Southland (2009-2013) o la favorita de la crítica Friday Night Lights (2006-2011), que para mayor demostración de su indestructibilidad, surgió a partir de una poco rentable película homónima dirigida por Peter Berg en 2004. También se incluyen en este grupo Los vigilantes de la playa (1989-2001), que sobrepasó la década de emisión y logró un grandísimo éxito internacional gracias al empeño de David Hasselhoff que la vendió a cadenas minoritarias tras una sola temporada en una network nacional.
Quizás más curiosos sean los casos de aquellas series cuya continuidad en otra emisora no fue inmediata, sino que su fama se mantuvo a través de los años hasta volver a emitir en la “caja tonta” o en la pantalla del ordenador. Tal es el caso de Arrested development (2003-6, 2013), nacida y cancelada en Fox, una posible recuperación de la trama de esta serie de culto fue tan comentada en los mentideros de la industria a lo largo de los años como la siempre potencial vuelta de Friends (NBC, 1994-2004). Finalmente, fue la serie que Netflix utilizó como gancho para su estreno como plataforma con contenido propio.
Otros ejemplos: Buffy, cazavampiros (The WB 1997–2001, UPN 2001–2003), Damages (FX 2007–2010, DirectTV 2011–2012), Ripper Street (2012-).
LAS QUE SIGUIERON EL MISMO CAMINO QUE VERÓNICA Y JACK
Con solo 14 capítulos y paupérrimas audiencias, el western de ciencia-ficción Firefly (Fox,2002) consiguió con una sólida base de fans y las conexiones de Joss Whedon una película para la nave Serenity (Joss Whedon, 2005), cuya taquilla resultó otra decepción, aunque sus resultados de ventas en el mercado doméstico justifican su producción una y otra vez.
El caso de Futurama (1999-2003, 2008-2013) es curioso porque no solo consiguió una, sino tres películas como cierre. Además, volvió por tercera vez a la vida cambiando a Fox por Comedy Central durante cinco nuevas temporadas. Su último estertor en la televisión lo protagonizará en forma de crossover en uno de los capítulos de su pseudomadre Los Simpson (Fox, 1989-).
En formato de miniserie, además de 24, la NBC pretenden recuperar el brillo que tuvo Héroes (2006-2010) y con ella, tal vez, algo de la audiencia que la cadena necesita a través de un paquete de episodios encargados para 2015 y protagonizados por un nuevo grupo de personajes.
¿Debería una ficción volverse a emitir tras su finalización? ¿Qué otras series deberían ser ‘resucitadas’ por su cadenas?